Otro tipo de puerta automática es la corredera. Una buena opción para no perder espacio a la hora de abrir la puerta. Se abren de manera horizontal con un movimiento de deslizamiento.

Las puertas corredizas están especialmente indicadas para cerramientos de grandes superficies aunque también existen versiones para uso doméstico. Los diseños y modelos en los que las podemos encontrar son múltiples y el material puede ser desde aluminio, chapa galvanizada o acero inoxidable, entre otros.

Además, existe la posibilidad de incorporar a la puerta corredera una peatonal, o colocarla lateralmente.

Los sistemas automáticos de puertas correderas ofrecen confort y seguridad para un acceso más cómodo. Debido a la amplia gama de productos, no es difícil encontrar la más apropiada para un espacio determinado. Acabados y colores que se personalizan para que se integre la puerta en el entorno donde será ubicada.

El modelo clásico de puerta corredera es de apertura central o lateral y se recomienda para entradas y salidas públicas donde el paso de personas sea intenso.

Pero como en todo automatismo que se instale la premisa principal es que los mecanismos de apertura de la puerta sean fiables y necesiten un mínimo mantenimiento.

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